Desde que tengo uso de razón me cuesta establecer relaciones de confianza con las personas. Suelo ser muy arisca, hablo poco y observo. Lo hago siempre: veo como hablan las personas, cómo gesticulan, cómo reaccionan frente a diferentes estímulos o situaciones. Despues de todo el análisis me siento con la capacidad de entregar mi amistad y confianza a una persona. La mayoría de la gente no pasa el examen.
Es en este punto creo que está mi error.
Cuando entrego mi confianza, me ciego por completo. Entrego demasiado de mí. Como soy una mujer que siempre busca el bienestar de todos mis afectos, dejo el alma en cada cosa que hago por ellos y me olvido de mí. Por supuesto que no me ha traído experiencias positivas todo lo que hago, a pesar de que no busco retribución alguna. Entonces siento que doy un paso atrás. Me vuelvo más retraída, más desconfiada.
Debo aprender a medir los afectos que le doy a los demás. Es demasiado y muchas personas no se lo han merecido. Debo ser menos emocional en todo lo que hago y volverme racional. Quien he sido hasta hoy no me ha dado dividendos positivos.
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