lunes, 15 de febrero de 2021

Cobardía

Salen del bar, donde compartían junto a sus amigos. Avanzan unos metros y se toman de las manos. Él la toma por la cintura y la besa en una combinación de ternura y deseo. No son una relación clandestina, solo es cuestión de tiempo para que sus cercanos sepan lo que ambos sienten por el otro y están seguros que será motivo de alegría.

Se acercan al auto y continúan los besos, sumando caricias bajo la ropa. Entre las sombras de la noche, un hombre los observa. En su rostro se dibuja la ira y tiene una botella de vidrio quebrado en sus manos. Lo había planeado desde que los vió juntos por primera vez. Ellos, en especial ella, tenían que pagar por el fin de su relación con ella. "Nadie me abandona" repetía en su cabeza.

Se acerca poco a poco, apretando el borde quebrado de la botella, haciendo sangrar sus manos. Todo pasa muy rápido. Cuando se acerca dispuesto a atacar, llega el grupo de amigos de la pareja, gritando de alegría porque descubren su secreto. En pocos segundos, una de las amigas, al acercarse a abrazarlos, recibe un corte en su espalda y comienza a perder mucha sangre. La alegría pasa a desesperación. Todos observan al atacante. Ella se le acerca y lo encara: "¡enfermo de mierda!", grita llena de dolor, mientras los demás tratan de detener la hemorragia de la herida y otros llaman a la ambulancia.

No le queda más que huir.