Suelo extrañar a la gente, extrañar momentos, extrañar lugares. Soy así.
Mucho de lo mencionado anteriormente me ha calado el alma porque siempre, para bien o mal, suelo quedarme con lo bueno de cada cosa. Y eso es otro error.
No quiero decir que no disfrute mi presente: cada minuto que tengo de vida lo vivo y lo siento con intensidad, pero hay episodios de alegría tan fuertes que me quedo ahí, pegada. Cuando estoy en mi rincón oscuro es donde mas me refugio en esa parte de mi memoria.
Lo otro que me pasa es que toda la vida he sido un personaje poco memorable. Las pocas veces que me han dicho "te extraño" o "te echo de menos", lo he sentido más como palabras de cortesía que una muestra genuina de afecto. En cambio, siempre que salen esas palabras de mí, son muy honestas.
¿Tendré que aprender a sentir menos por los demas? ¿Debo bajarle a la intensidad de mi afecto? ¿Volver a reprimir lo que siento?
Definitivamente, algo no hago bien.
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