Hablar contigo, decir que me parecías interesante. Conversar contigo de todo, sin tabúes. Contarnos acerca de las malas experiencias y como salimos de ahí, expresar nuestros temores. El amor que mostrabas al hablar de tu hijo.
Quiero pensar que llegaste a mi vida a enseñarme que puedo recuperar la ilusión, aunque fuese por un tiempo breve. Que allá afuera todavía hay gente admirable. Fue mi decisión dar un paso al lado, pues me di cuenta de que tú y yo no estábamos en la misma sintonía y preferí cuidar lo más valioso que tengo. No puedo decir que no me arrepiento, pues sería mentir. Pero puedo inferir que no fue recíproco.
Perdona si no tuve la valentía de hablarte en forma directa. Siempre evado los conflictos y no quería quedar con un mal recuerdo de ti.
Un abrazo a la distancia. Fuiste una linda "casualidad".
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